He escrito desde muy chica, pero siempre para el cajón.
En 4° de primaria participé en un concurso de cuento y gané el segundo lugar a nivel estatal en Coahuila. Llevé religiosamente un sinnúmero de diarios, y escribí cientos de cartas a mi mejor amiga de la infancia, Ani, después de que ella se fuera a vivir a la Ciudad de México y yo me quedara en Torreón. Pero nunca me lo tomé en serio, es decir, nunca consideré escribir para ser publicada. Por lo menos hasta 2002, cuando tomé varios talleres de escritura creativa en la Escuela de Escritores SOGEM en Puebla. Desde entonces, el camino ha sido lento, pero fructífero.
En 2007 gané el tercer lugar en el XI Concurso de Cuento Mujeres en Vida con mi cuento Cortados con la misma tijera, mismo que me publicó la revista Crítica en su edición de julio-agosto de 2013, y voilà, ahí estaba mi nombre impreso, mi texto en las páginas de una publicación a nivel nacional… y me gustó.
Compartí algunos otros cuentos en el blogzine La Langosta se ha Posteado, hasta que Sergio Gaut vel Hartman me dio la oportunidad de participar en Extremos, Antología de cuentos conjeturales de escritores mexicanos y argentinos, publicado por Puertabierta Editores en 2016, y en Latinoamérica en Breve, publicado por la UAM, colección Gato Encerrado, en 2017.
Además, este año tuve la fortuna de ser invitada por Efraím Blanco para participar en su proyecto Así vas a morir. La máquina que predice tu muerte. Antología de cuentos, publicado por Lengua de Diablo Editorial. Y bueno, hay algunos otros proyectos cocinándose, pero como dice mi Lobo, esos no se platican hasta que se concretan, por aquello de la mala suerte. Igual, pronto estaré compartiéndoles las buenas nuevas.
Por lo pronto, yo sigo en estas andanzas. A mi paso. Ya veremos qué nuevas cosas nos depara el futuro. Nos seguimos leyendo, gente.